Mateo Gil

La carrera de Mateo Gil, al menos en sus inicios, está íntimamente ligada a la de Alejandro Amenábar. Juntos, siendo casi estudiantes, alumbraron un éxito del tamaño de Tesis (1996), de la que Mateo Gil es autor del guion. La proyección de este thriller, y la gran acogida del público se repitió solo un año después con Abre los ojos, otra vez en clave de género, esta vez fantástico, que les convirtió en la pareja creativa de moda del cine español. No hay que olvidar que la película, y por tanto el guion de Mateo Gil, fue objeto de deseo por parte de Hollywood y acabó teniendo un remake, Vanilla Sky, dirigido por Cameron Crowe y protagonizado por Tom Cruise. Pero, por su cuenta, ya había comenzado una notable carrera como cortometrajista –Allanamiento de morada es uno de los más premiados de nuestro cine- que continuó con su debut en la dirección: Nadie conoce a nadie. Su prestigio como guionista siguió creciendo, mientras gana un Goya al mejor corto por Dime que yo, y Amenábar lo vuelve a reclamar a su lado para escribir dos éxitos de taquilla como Mar adentro, basada en la historia real de Ramón Sampedro, y la gigantesca producción histórica Ágora, películas por las que ganaría el Goya al mejor guion original, premios a los que hay que sumar el Goya al mejor guion adaptado por El método. En 2010, vuelve a probar suerte en el formato grande y entrega una western crepuscular y muy inspirado como es Blackthorn, protagonizado por el mítico Sam Shepard, que cosechó grandes críticas. Su última película es Proyecto Lázaro, con la que regresa al terreno de la ciencia-ficción, y que se presentó oficialmente en el pasado Festival de Sitges.