Presenta una secuencia de imágenes intermitentes sin voces, solo música con subtítulos que explican lo que está ocurriendo y los diálogos. Los espacios en negro de la secuencia van apareciendo al ritmo de la música, al igual que algunas repeticiones de secuencias. Narra como unas compañeras se incitan entre ellas para ir al baño a drogarse.

Comienza presentándonos a dos personajes: La macarra y la tímida. La primera incita a la segunda a ir al baño, la manda callar. Después entra un nuevo personaje que las pasa un papel preguntándolas si quieren ir al baño y salen de la clase.

Nos enteramos de lo que sucede a través de las imágenes y los subtítulos. Entran al baño de hombres, la tímida dice que tiene pastillas pero antes se toman un chupito de agua del grifo. Hay una secuencia donde aparecen grabadas desde fuera del baño y pone “Las he pillado con las manos en la masa”, aludiendo a que un/una docente las estaba vigilando.

Empiezan a machacar las pastillas y las colocan en un tampón y la macarra se ofrece a probarlo. Ya drogada se llevan a la macarra, no sabemos a dónde pero al cerrar la puerta empieza una secuencia de escenas anteriores repetidas al ritmo de la música. Finalmente acaba con la escena del grifo en la que se escucha lo que estaban diciendo durante la grabación.

Esta pieza tiene una estructura narrativa lineal básica; se presentan a los personajes y el objetivo, llegamos al clímax con el objetivo conseguido, se le añade una pequeña parte de una trama paralela que sería que un profesor las ha pillado, y el desenlace final, que es el objetivo cumplido y se van con un final abierto. Además secuencias repetitivas que hacen una especie de resumen de lo que hemos visto con las escenas más importantes. La música es el elemento principal de la pieza, no permite ni que los diálogos le quiten protagonismo. Ni si quiera se lo permite a las imágenes, por eso van regidas por el sonido. Las imágenes solo acompañan al sonido. Los subtítulos son cruciales para entender la pieza, sin ellos se podría haber interpretado de otra manera, pero así lo interpretamos como la directora quiere. En ellos también utiliza ironía y una jerga setentera que nos ayuda a ubicar la situación en el tiempo; alumnas que se aburren en su clase teórica en los años setenta y optan por ir al baño a drogarse. La pieza parece ser dirigida a un público joven con ganas de rebeldía.